Nuevos retos para la CND
Fotografía cedida por el Gabinete de comunicación CND (Fotografía: @Albiru (instagram))
Ion y Cristina se calzan sus zapatillas para su habitual clase de ballet cada mañana. Ambos son bailarines de la Compañía Nacional de Danza (CND) desde hace 2 años y para ellos todo esto es un sueño. “Nunca creímos volver a bailar en nuestro país. Cuando veíamos a la Compañía Nacional jamás pensamos que podríamos bailar allí. Es muy gratificante volver”, asegura Cristina, que es una de las bailarinas principales de la compaía. Están especialmente emocionados y es que la compañía estrena dos nuevos programas muy diferentes. Por un lado, el primer programa presenta obras de los coreógrafos Jirí Kylian Itzik Galili Nacho Duato. La segunda obra que la compañía ha programado es el ballet del Cascanueces.
El primer programa cuenta con la obra de Por Vos Muero, un trabajo del exdirector de la CND Nacho Duato. Esta pieza está inspirada en música española de los siglos de oro y cuenta con versos de Garcilaso de la Vega. Ion y Cristina son conscientes de que está cerca la visita de Duato y sienten respeto hacia él por querer estar a la altura. “Es un ballet con mucho estilo. Nacho Duato tiene un estilo propio y hay que decir que no es fácil de bailar, pero es muy ameno y musical. Sus coreografías son muy agradables, tanto para ver como para bailar”, ha explicado Cristina. “La música que escoge es muy sentida y eso hace que el bailarín se sienta a gusto bailando”, comenta Ion Agirretxe, que ya había bailado alguna de sus piezas y actualmente es bailarín solista de la CND. La aparente reconciliación de Duato con la compaía hace posible que una de las obras más características y personales de este valenciano se pueda ver en el Teatro de la Zarzuela del 27 de mayo al 10 de junio junto con las obras de Hikarizatto, de Itzik Galili y Gods and Dogs del checo Jirí Kylián.
Fotografía cedida por el Gabinete de comunicación CND (Fotografía: Jesús Vallinas)
Sin embargo, el plato principal es el estreno del ballet clásico El Cascanueces con coreografía del mismo José Carlos Martínez, director de la compañía. En él se representa la historia de Clara, una niña que recibe un Cascanueces como regalo de Navidad de su padrino Drosselmeyer y que, con él, se adentra en un mundo mágico lleno de aventuras. Martínez ha intentado crear un contraste entre dos mundos: el realismo burgués de la fiesta familiar y el imaginario de Clara. De este modo, con esta mezcla de realidades, el público infantil y adulto se pueden ver identificados. Este contraste diferencia su producción del resto que se programan en repertorios de otras compañías.
La esencia y novedad de esta producción, partiendo de que es un estreno absoluto, es la coreografía de José Carlos Martínez. Esto es todo un reto para cualquier coreógrafo de danza clásica, ya que el Cascanueces es una de las obras más representadas de la historia. “La idea de José es que no sea un Cascanueces normal; es clásico, pero no sigue el estilo de otros coreógrafos”, ha explicado Cristina. Ion Agirretxe asegura que, pese haber bailado otras producciones de este ballet, ninguna se parece a esta. “Hay programas en los que se remarca el oscuro mundo en el que se adentra Clara y José juega con los colores y con componentes mágicos”, ha comentado.
Todo esto se puede lograr gracias a que existe un equipo de profesionales del espectáculo que están en continuo contacto para que la producción sea homogénea en todos los sentidos. Iñaki Cobos es la mano que ha diseñado todos los trajes y, el hecho de que anteriormente haya desarrollado su carrera como bailarín, facilita su trabajo y empatiza con las necesidades de los bailarines respecto al vestuario. Este joven diseñador terminó sus estudios en los talleres de la Ópera de París, la misma compañía en la que José Carlos Martínez fue étoile. Este aspecto también favorece el trato con Martínez puesto que ambos han trabajado con los mismos materiales. La escenografía queda a cargo de Mónica Boromello. La arquitecta y escenógrafa italiana ha adelantado que esta producción no tiene una línea barroca como otras ya existentes. “El objetivo es crear elementos mágicos y poéticos del mundo de Clara, en vez de recargar la escena con telones o estilo barroco”. Uno de los elementos principales será el famoso árbol de Navidad que se transformará y dará paso al bosque y al mundo imaginario de Clara. El estreno absoluto será el 26 de octubre de 2018 en el Baluarte de Pamplona y hasta ese momento, los bailarines compaginan los ensayos de esta producción con otros programas que tienen hasta el final de temporada.
Fotografía cedida por el Gabinete de comunicación CND (Fotografía: Alba Muriel)
Y es que José Carlos Martínez ha sido clave para esta nueva etapa que ha vivido la compañía. Este étoile de la Ópera de París, desde que llegó a Madrid, ha estrenado numerosas obras y ha logrado levantar un proyecto que había quedado algo estancado. Su agradable trato y el deseo de establecer el bien común en esta compañía han provocado que situaciones aparentemente imposibles se den como es la vuelta temporal de Duato a la CND, después de que éste prohibiera a la compañía bailar sus coreografías. Sus bailarines sienten admiración por Martínez y le describen como alguien discreto, humilde, pero a la vez muy grande. Cristina Casa que es bailarina principal asegura que “su visión artística, su trato humano y que alguien profesional sepa lo que es el esfuerzo y el trabajo del bailarín hace que los nosotros seamos felices haciendo nuestro trabajo”.
No cabe duda de que la Compañía Nacional de Danza está viviendo su mejor etapa. La combinación de diferentes estilos y coreógrafos muestran a un conjunto de bailarines versátiles y que tienen capacidad de adaptación a nuevas maneras de trabajo Esta tarea no es fácil si no se cuenta con la dirección de un profesional que haya trabajado con diferentes estilos y conozca muy bien este mundillo. El público está encantado ya que se hacen proyectos en los que se invita a los seguidores a participar activamente con la compañía. Cada año, se celebra el día Internacional de la danza programando actividades para todos los públicos.
En definitiva, el nombre de Compañía Nacional de Danza nunca había sonado mejor y es que tiene en cuenta que la danza es de todos y, por ello, su próxima programación cuenta con coreografías para un público muy variado.
